Rafael Crespo Sánchez, pintor:  “He sido hijo de trabajadores y siempre me he buscado la vida, nunca me ha gustado ir de pintor llorón”

Rafael Crespo Sánchez, pintor: “He sido hijo de trabajadores y siempre me he buscado la vida, nunca me ha gustado ir de pintor llorón”

29/11/2022 Desactivado Por Redactor

En un mundo como el actual, en el que quizás por comodidad o por simplificar, catalogamos o categorizamos todo lo que nos rodea, todavía surgen figuras o personajes, dicho esto en el mejor sentido de la palabra, como el pintor de Suances, Rafael Crespo Sánchez (Puente Avíos-1953), inclasificable por haber tocado todos los palos de la creatividad pictórica, por su búsqueda y experimentación con diversas técnicas y porque -como él mismo se define- “nunca he sido un pintor de camarillas, ni me ha gustado ir nunca de pintor llorón”.

Me considero un artista -dice- “pero soy hijo de trabajadores y siempre me he buscado la vida”. Y de hecho, aunque ya jubilado pero activo como creador, se puede decir de él que ha sido uno de esos afortunados que han podido vivir de su habilidad, hobby o talento. Cuando se le pregunta por sus comienzos, empieza con un duda pero termina con una aseveración. “Uno podría preguntarse si el artista nace o se hace, en realidad siempre has estado ahí, dibujando”.

Empezó haciéndolo sobre los azulejos de su casa y copiando los personajes de los tebeos de la colección Flecha Rota. Con 14 años comenzó a compaginar su formación escolar con las enseñanzas que recibía en  el Estudio de Pintura y Dibujo de Francisco Modinos, (1906 -1971), de quien recibió consejos y orientaciones durante los tres años en que asistió a sus clases, un contacto que, según se desprende de sus palabras, le marcó de por vida y le ayudó a encauzarla por el mundo de la creatividad. Ha sido, casi, un creador autodidacta que ha aprendido además leyendo mucho sobre pintura.Otra persona que le influyó fue Demetrio Cascón (1930-2015) director de la Escuela Municipal de Artes de Torrelavega durante más de tres décadas.

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Las habilidades innatas de Rafael y las adquiridas en la Escuela de Modinos, le sirvieron posteriormente para trabajar en el mundo de la publicidad haciendo de todo: ilustrando, diseñando, creando anuncios y carteles, y a mano, como todo lo que se hacía en ese momento en ese ámbito. Después, puso en marcha una escuela de pintura en Torrelavega en la que impartió clases durante casi 30 años, compaginado su labor docente con los encargos de particulares, exposiciones de su obra, tanto colectivas como individuales, y vertiendo su creatividad en otros quehaceres como ilustrando libros, diseñando portadas de publicaciones e incluso  la de un disco del grupo cántabro de folk Atlántica. A la par, colaboraba en revistas y en multitud deasociaciones benéficas así como en entidades tanto públicas como privadas, de forma altruista. Una de las más recurrentes colaboraciones ha sido con la Fundación Asilo Residencia San José de Torrelavega. Fue además asesor cultural del Ayuntamiento de Suances en 1996, donde creó y dirigió la galería El Torco”.

Alumnos

Por sus clases de pintura pasaron centenares de alumnos de todas las edades y condición, algunos tan destacados comoÁlvaro Martínez, galardonado con el premio “Eisner” 2022, también conocido como el “Óscar” del cómic; David Ceballos, arquitecto del estudio Ceroarquitectura y coautor del proyecto de reforma del antiguo Banco de España para acoger la sede del Museo Reina Sofía en Santander; o la ilustradora Laura Sua.

Hablar de lo difícil que es clasificar a Rafael Crespo, a la persona, se hace extensivo también a su estilo de pintura ya que nunca se ha decantado por una u otra opción. Ha experimentado con el cubismo, el surrealismo, el realismo e incluso el collage, y no por ese orden cronológico precisamente. Ahora está en lo que califica de realismo mágico. “He metido la nariz en casi todo” -reconoce; de ahí la indagación y la experimentación en diversas técnicas. De todas formas -prosigue- “he sido un creador que nunca me he dedicado a pintar en exclusiva para mí, he abierto el abanico, por decirlo de alguna manera, así que cuando me han encargado retratos, por ejemplo, los he hecho con mucho gusto”.

Y hablando de retratos, en el Ayuntamiento de Suances se pueden ver los de todos los alcaldes del periodo democrático hasta la actualidad, pintados por él. Rafael sigue viviendo en Suances, cerca de la fábrica Asturiana de Zinc en la que trabajó su padre. Al despedirse de este que escribe le dice: “Te voy a contar un secreto, algo que muy poca gente conoce. Mi verdadero nombre es Rafael Florentino”. Algo único, como el propio pintor, que tiene obra suya en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS) y en la Colección Norte, entre otros espacios y fondos.