María Vázquez, actriz: “En nuestra profesión hemos normalizado muchos tipos de maltrato”

María Vázquez, actriz: “En nuestra profesión hemos normalizado muchos tipos de maltrato”

12/02/2024 Desactivado Por Redactor

Paco España

Sobre su vida nos dice: “Aunque nací y viví de pequeña en Vigo, ahora resido en un pueblo de Lugo que se llama Chantada. Residí en Madrid muchos años porque estudiaba allí, pero una vez que tuvimos nuestros dos hijos, Martín y Lua, sentí la necesidad de volver a Galicia. Ahora tienen 13 y 11 años, son muy majos, buena gente y me caen muy bien. Los tres primero años de crianza fueron una locura, sentía la necesidad de estar implicada, fue un -stand by- en lo profesional. Luego me costó volver, de repente noté que había mucha gente que me pasaba a otro estatus, ya sólo podía hacer papeles de madre o algo así. Estas ideas han cambiado mucho en poco tiempo.

Hasta los 18 años hice baile clásico y pensaba que quería ser bailarina, el mundo de la interpretación me llegó un poquito más tarde, lo tenía ahí desde pequeña y no me había dado cuenta. Siempre había sido muy teatrera. Cuando nos portábamos mal, mi padre nos mandaba castigadas al baño y a mí me encantaba encerrarme allí y contarme historias, montarme mis películas y mis entrevistas. Nunca nos encerraba con llave, no era algo traumático ni horrible, al revés. Yo he vivido las mejores experiencias en el cuarto de baño, me acostumbre a reflexionar allí, incluso me pasa ahora, cuando tengo dudas me voy a cuarto de baño, me doy una ducha y estoy allí sola, es como mi lugar terapéutico.

Estudios

Estudié en la academia de Juan Carlos Coraza, donde conocí a mi pareja, Victor Duplá (cántabro) hace 21 años. Mi hermana Tatiana, fue un apoyo muy grande cuando fui a Madrid. Si no hubiera estado mi hermana y el actor Pedro Alonso, que era muy amigo de ella, que también me ayudo un montón con la profesión y a sacarme un poco del cascarón, me hubiera vuelto a los tres días. Mi hermana mayor, María Jesús, es pintora y restauradora y mi fan número uno, cada vez que tengo una crítica negativa, soy yo la que la tengo que contener, porque es normal, no le voy a gustar a todo el mundo. 

Sobre sus películas: “En Silencio roto de Montxo Armendariz, tenía un personaje como de la mitad del tiempo de rodaje de 12 semanas y era tan majo el equipo que me dejaron quedarme de meritoria de producción, llevaba los cafés, iba a la compra y me lo pasé genial. Mataharis, de Icíar Bollaín, me tendría que haber cambiado la vida profesionalmente, me tocó mucho, porque hablaba de la ambición del trabajo. Me hizo reflexionar que no quería que mi vida fuera solamente trabajo. Fue un antes y un después en mi vida personal. Tuve la nominación al Goya, pero no me pilló en un buen momento de la vida para recibirlo, me asustó todo mucho y quise parar para replantearme lo que quería en la vida. No me arrepiento, me alegro de lo que hice. Mucha gente me dijo que estaba loca porque era el momento de haber podido trabajar más, pero cuando yo tomo una decisión no me arrepiento. Cuando eliges, ganas cosas y pierdes cosas, pero no has que quedarte con lo que pierdes, sino con lo que ganas.

Personaje

Ya conocía a Álvaro Gago, director de Matria, porque era montador de la película Trote y ya nos habíamos gustado. Su manera de trabajar, de dirigir actores, mezclando actores con no actores a los que no los saca de su ámbito, ayuda muchísimo a que se cuente la película; a mí como actriz me ayudó un montón. Cuando me llegó este personaje, empezamos a trabajar sobre ideas que él tenía, poco a poco me fue dando el guion. Fue muy listo, porque si me da el guion entero al principio me hubiera asustado mucho. Fue el regalo más grande que él me hizo porque yo le dije que me faltaba muchísimo, el idioma, cosas del carácter, físicas del trabajo y me dijo que para eso había tiempo, se le agradeceré eternamente porque casi nunca pasa esto, no se fían de que puedas hacerlo, pero es lo más bonito de ser actriz, poder construir un personaje con tiempo. Esto y que fuera tan valiente de escogerme cuando de primeras no daba el casting.

También ha sido una experiencia vital increíble porque Álvaro me ha hecho cambiar mucho el concepto de hacer cine. Yo ya sabía que quería trabajar así, pero ahora lo tengo clarísimo, la manera en la que se hacen las películas importa y cuenta también la película. Cuando se hace una película no se puede arrasar con todo, hay que ser fiel al espíritu de lo que estás contando y Álvaro es impecable en eso, generó un equipo que es una familia. Todo el mundo de Illa de Arousa le adora y volverían a rodar mil películas porque piensan que todos los directores y productores son como los de Matria. Yo ya no quiero volver a trabajar con gente irrespetuosa, que además no saben que lo son, no solo con las personas, también con el entorno. En nuestra profesión hemos tenido muchos tipos de maltrato, te gritaban y te insultaban de manera normalizada. Yo recuerdo mucho ir al baño, cómo no, a llorar, lavarte la cara y volver al set de rodaje, pensando que era tú la que estabas haciendo algo mal. Esto ha cambiado mucho y ahora la madurez te da la fuerza para no dejar que te hablen mal y decirles “a mí ni me hables así, trátame bien que voy a trabajar mejor”. Viene gente como Álvaro, no sólo mujeres, que cuentan historias maravillosas, también hombres que vienen con otra energía, otra masculinidad y aprendo mucho con ellos”.

Agradecimientos: Alexis Rojas, de Trama Films Entertainment.

 “La manera en la que se hacen las películas importa y cuenta también la película”

“Cuando eliges, ganas cosas y pierdes cosas, pero no has que quedarte con lo que pierdes, sino con lo que ganas”

Estoy muy agradecida al director de Matria, Álvaro Gago, por el personaje que me dio en esta película”

María Vazquez, en una imagen de Trama Films