“Así empecé a ser actor, trabajé antes en inglés que en castellano”
07/04/2025David Luque, actor
Entrevista realizada por Paco España
David Luque es el único actor español de la London Royal Shakespeare Company de teatro. Comparte su tiempo conmigo para esta entrevista en medio de una gran cordialidad y mientras cocina unas lentejas que, a buen seguro, le salieron muy sabrosas.
“Nací en Madrid en el 72, de padres malagueños, Pepe y Lola. Mi padre era ferroviario, tiene ahora 92 años, mi madre ama de casa y con cinco hijos trabajaba mucho. Incentivaron siempre la lectura, nos llevaban al cine y al teatro, también a la montaña. A mi padre siempre le gustó mucho la poesía, sé de memoria algunas por escucharle recitarlas. De niño empecé en el colegió público Ciudad de los Ángeles en el barrio en el que me crié, al sur de Madrid y era un chaval muy alegre y juguetón. Soy el pequeño de cinco hermanos, siempre iba acompañado por ellos al colegio. Empecé a estudiar inglés en la típica academia de barrio y acabé estudiando filología inglesa.
El primer contacto con la interpretación fue en el colegio y recuerdo como una niña me pintaba un bigote, yo estaba nervioso por su cercanía, las cosas del inicio de la atracción. En 1º de BUP, con 14 años, yo era muy aniñado y recuerdo que el profesor que se llamaba Bernardo Souvirón, se reía mucho con lo que yo hacía. Hicimos Lisístrata de Aristófanes, que llevamos al festival de teatro grecolatino de Segóbriga, para estudiantes de instituto.
Teatro
El teatro no vuelve hasta que estoy en la Universidad Autónoma de Madrid, y siento esa atracción a través de la profesora de literatura Antonia Rodríguez-Gago, especialista en teatro y en Shakespeare. Hice el último año de carrera en Erasmus en Heidelberg, la universidad más antigua de Alemania; hablo alemán como segundo idioma de la carrera. Me metí en el grupo de teatro del departamento de inglés de la facultad, así practicaba el inglés y conocía gente. Se me daba muy bien, me reía mucho y se reían mucho conmigo, eso me llamaba la atención, me sigue asombrando lo que producimos en la gente, para bien. Al regresar a España entro en un grupo de teatro en inglés en Madrid, sin subtítulos en el Alfil y en el Centro Cultural de la Villa, así estuve combinando la práctica del inglés y el teatro durante cinco años. Impartían clases de teatro y como una compañía profesional te pagaban, me incluyeron allí y empecé a ser actor, actuando y cobrando por ello con 23 años; trabajé antes en inglés que en castellano.
Me tenía que formar en interpretación y entro en la escuela de Mar Navarro basada en Jacques Lecoq. Al terminar allí, me llaman para hacer una prueba con José Luis Gómez, del Teatro La Abadía, voy a su oficina y su ayudante me da un calendario de espectáculos y giras, como eran antes, a dos años vista; a mí me temblaban las rodillas. Era el teatro que quería hacer y ahora estaba formando parte de él. A partir de ahí tengo la suerte de ir enlazando un trabajo con otro y no he parado. Con el paso de los años va aumentado esa sensación de ser afortunado y privilegiado por vivir de mi profesión.
Royal Shakespeare
Fui el primer actor español en la Royal Shakespeare Company. En el reparto que yo estaba, éramos diez actores y era el único de fuera del Reino Unido. Una escenógrafa y su amiga dramaturga de la Royal me ven en Alemania, les gusta mi trabajo y deciden hablar de mí en la Royal Shakespeare. Recibo un correo de mi representante en el Reino Unido y me dice que la Royal quería hacerme una prueba, era domingo y la prueba era el miércoles. El lunes me mandan un texto, lo preparo fabricando una pequeña pieza de movimiento con texto tipo Lecoq entre el lunes y martes, el miércoles a las 6 de la mañana cojo el primer vuelo a Londres, hago la prueba en las oficinas de la Royal en Londres y a las dos horas me dicen que me quieren para tres espectáculos, ahí si que me temblaban las piernas pero bien. Toda la vida haciendo teatro en inglés, algo que yo no podía ni imaginar y que no busqué, porque nunca consideré que tenía ninguna posibilitad de pertenecer a esta compañía, pero fue una de estas cosas que pasan.
Puedo ir andando por la calle y no me reconocen, me considero afortunado porque la fama es algo vacío. He tenido amigos que se han hecho famosos y lo han pasado realmente mal. El audiovisual te da una visibilidad y una contraprestación económica nada desdeñable, pero yo se la regalo a quien quiera. Trabajé con Carmen Machi en el Teatro la Abadía, y en una ocasión tuve que protegerla de gente que la increpaba violentamente, porque no quería hacerse una foto, aquello era muy surrealista. En general la gente no es agresiva, pero te puedes encontrar a alguien que lo sea.
Hice una entrevista con Milos Forman y con su productor mítico Saúl Zaentz, para Los fantasmas de Goya. Recuerdo ir al Hotel Wellington de Londres y tener una entrevista en inglés y la prueba fue aquello. Tenía una secuencia con Natalie Portman y no me lo podía creer. Con Costa-Gavras, trabajé en Adults in the room. Es un cine político sin ser panfletario, sin decirte lo que tienes que pensar. Verle trabajar era absolutamente maravilloso, con 83 años que tenía entonces sacaba acción dramática de una reunión de la comisión europea y veías en el mismo rodaje cómo se generaba esa tensión dramática a partir de una situación, para mí, nada excitante.
Es inolvidable mi primer día de ensayo con la Royal Shakespeare, atravesando un pequeño pasillo que estaba lleno de fotos de actores míticos. Cuando vas a hacer una prueba con mucha ilusión y no te cogen son momentos malos. A través de los años tienes que aprender a gestionarlo, no te puedes dejar ir por los noes que te van diciendo porque luego hay otros sies. De no ser actor me hubiese encantado ser bailarín, cantante o músico. Emilio Gavira es, en pocas palabras, una persona de luz, positivismo y fuerza ante las adversidades y un actorazo, que además canta y con una mirada poderosa. Estamos juntos y todo lo que pueda decir de Emilio es positivo”.
“Con el paso de los años va aumentado esa sensación de ser afortunado y privilegiado por vivir de mi profesión”
“De no ser actor me hubiese encantado ser bailarín, cantante o músico”
