“A mis hijos quiero dejarles una huella, un recuerdo hermoso y unos valores bien afianzados”

“A mis hijos quiero dejarles una huella, un recuerdo hermoso y unos valores bien afianzados”

05/06/2024 Desactivado Por Redactor

Nahia Laiz, actriz

Paco España

“Nací en Bilbao, casi de casualidad porque mi familia materna es de Cantabria. Mis abuelos vivían en Arroyo y en Orzales, ahora junto al embalse del Ebro, pero que no estaba hecho cuando nacieron ellos. El padre de mi abuela era vidriero en Francia y necesitaban sopladores en la fábrica de Arroyo. Se vinieron varios trabajadores, entre ellos mi bisabuelo, allí vivieron, se casaron y tuvieron hijos hasta que por los años 50 mis abuelos se marcharon a Bilbao a trabajar. La casa en Arroyo se ha ido conservando y restaurando a lo largo del tiempo y las generaciones de la familia podemos ir allí. Es el escenario del cortometraje que dirigí: Los hijos.

Mi madre Olga estudió Magisterio y mi padre Rodolfo, Química; siguen en Bilbao. Yo me traslade a Madrid a estudiar y hacer mi vida hace años, pero voy bastante, aunque menos de lo que quisiera. Tengo una hermana menor, Paloma que es enfermera y vive en Valencia. Del cole recuerdo que me agobiaba y me aburría un montón, no me interesaba absolutamente nada y me aburría como una ostra, aunque era una niña muy estudiosa y sacaba muy buenas notas.

Vocación

Siempre he tenido una vocación muy artística y me pasaba el día leyendo y también escribía mucho desde pequeña. Aunque mi primer contacto con la interpretación fue muy peque, con 12 años, en Bilbao, con Ramón Barea. En mi casa pensaron que como la niña era muy lista, había que orientarla hacia las ciencias, con lo cual yo iba perdiendo fuelle y contacto con lo más humanista y lo mas artístico, que era lo que de verdad a mi me movía. Siempre he estado conectada con lo que quería, otra cosa era la sensación de lo que tenía que hacer, de lo que se podía hacer. Cuando llegué a Madrid hice pruebas para entrar en escuelas de arte dramático, pero ya estaba matriculada en veterinaria en la Complutense, nada que ver, el discurso siempre era: “Haz la prueba pero matricúlate en otra cosa”. Tenía cierta libertad, pero siempre sesgada por la idea de hacer lo que de verdad tenía que hacer. Entré en contacto con compañías y volví a hacer pruebas de escuelas de teatro y tomé la decisión de dedicarme a esto; tenía 18 años. Empecé en el Teatro Cámara Chejov, dirigido por Ángel Gutiérrez. Después volví a centrarme en aprender y estudiar en Ensayo 100 que llevaba Jorge Eines, con otra metodología diferente, porque yo he sido siempre de buscarme mis métodos y mis librillos; de ahí me fui a Paris, a Ecole Lecoq y a Thèâtre du Soleil.

Sobre los 20 años decido que mi vida va a ir por este camino, mi familia no se lo tomó muy bien la verdad, luego sí que han sido grandes apoyos y fans en muchas áreas, pero fue una batalla importante personal para recolocar todos los cimientos y los vínculos, a pesar de que en mi familia eran muy cultos y muy comprometidos con la cultura, con la lectura, con todo. Desde el principio empecé a trabajar en teatro, que te da más tiempo para hacer las cosas en la vida. Así ha sido durante muchísimos años, grandes temporadas, giras, aunque ahora se me está dando la vuelta y estoy más centrada en el audiovisual, televisión y cine, pero el teatro ha sido mi gran escuela.

Teatro

Un momento inolvidable que tiene que ver con algo muy íntimo, fue al hacer una obra de teatro que se titula La mirada del otro, en la que hablábamos de los encuentros restaurativos, entre disidentes de ETA y sus víctimas. Lo contábamos habiéndonos entrevistado previamente con los protagonistas reales de las historias. Basándonos en algo real extraíamos la dramaturgia para llevarlo a escena y darlo a conocer al mundo. Yo interpretaba a Esther Pascual, la mediadora que hizo posible estos encuentros. Esther vino a vernos al teatro y me acuerdo que aquella noche me abrazó y me dijo “tal cual, me has vuelto a trasladar a todo lo que yo viví, a sentir como lo exponía, a todo lo que aprendí,  a cómo me temblaba la voz en esos momentos” Yo estaba muy nerviosa, porque era una persona real que te está viendo en directo y nunca sabes, quieres que no se sienta invadida o caricaturizada, es muy delicado. Cuando aquella mujer me abraza, me agradece y me cuenta como se ha vuelto a trasladar a aquellos momentos, gracias a verlo en mi trabajo, me pareció precioso y me lo guardo como un tesoro.

Audiciones

Momentos malos ha habido un montón. Hace un año hice una serie de audiciones muy complejas y muy largas para un montaje en teatro. Al final me llaman de producción para ofrecerme las condiciones y aunque yo no lo había mencionado, saben que tengo hijos, entonces me plantean partir la mitad del trabajo con otra actriz. Me quedé un poco extrañada y dije que se lo agradecía, pero no me hacía falta, podía hacer el trabajo en las condiciones que me proponían. Al día siguiente tenía un mensaje diciendo que no contaban conmigo. Cosas que rozan el acoso y que  juegan con el poder llevan sucediendo hace muchos años. Yo no he vivido ninguna situación grave, pero situaciones del tipo, ¿por qué no te vienes a una casa rural conmigo a solas y vamos ensayando?, o ¿por qué no nos juntamos a hablar de trabajo, pero antes me mandas una foto para ver lo que llevas puesto? Intuyo que me ha costado bastantes trabajos, porque no mando la foto o no me voy a la casa rural. Para mí lo peor es cuando tiene que ver con lo personal, con la maternidad. A mis hijos quiero dejarles una huella, un recuerdo hermoso y unos valores bien afianzados, que sean personas que puedan hacer de su entorno y de la gente que tengan cerca, algo bonito y siempre mejor”.

“Aunque ahora estoy más centrada en el audiovisual, televisión y cine, el teatro ha sido mi gran escuela”

“Un momento inolvidable que tiene que ver con algo muy íntimo, fue al hacer una obra de teatro que se titula La mirada del otro”

“Mi primer contacto con la interpretación fue muy peque, con 12 años, en Bilbao, con Ramón Barea”

Nahia Laiz, fotografíada por Carlos Mira Manzano (Beauty by Rebeca Granados PMU)